Ficción

Esa mañana se levantó con la sensación de que algo iba a ocurrir.
 
Se metió en la ducha, se enjabonó a conciencia el cuerpo desnudo, frontándose con fuerza, intentando ahuyentar ese desasosiego que sentía… pero nada. Se peinó con esmero, se maquilló y arregló mejor que de costumbre… "Bueno, si ha de pasar algo, al menos que me pille guapa" pensó.
 
Igualmente, se vistió con esmero, se puso sus mejores botas de tacón y salió a la calle con paso seguro. Por dentro estaba como un flan. Frio, solo sentía frio…
 
Aquel dia tenia planeado hacer algunas compras, curiosear aqui y allá, tomar una horchata en una terracita, tranquila, celebrando la llegada del calorcito que inauguraba el mes de junio. "No voy a cambiar mis planes por un presentimiento" Así que entró en la primera tienda, mirando perchas, vestidos imposibles, pantalones de colores chillones, camisas transparentes, tops que tapaban menos de lo recomendable…. Salió para dirigirse a la siguiente tienda, y luego a la siguiente, miró y probó ropas diversas, bikinis, sandalias, gafas de sol y hasta algún sombrero. Su inquietud se calmó un poco, estaba concentrada en cosas más banales, no queria pensar, ni dejarse llevar por pensamientos inutiles.
 
Tras dos o tres horas de aqui para allá, entrando y saliendo de diversos establecimientos de modas varias, comprando un poquito de aqui y algo de alli, decidió que era momento de descansar un poco, y saborear esa horchata con la que llevaba todo el invierno soñando.
 
Buscó una terraza grande, con la suficiente gente para no llamar excesivamente la atención, y no tanta como para que tardaran siglos en servirle. Además, tenía un excelente panorama del paseo, con la gente yendo y viniendo, y se distrajo observando tras las gafas de sol nuevas el corazón de la ciudad.
 
Chicos y chicas, hombres y mujeres, en grupos, en pareja, solos como ella, unos deprisa, otros con calma, abrazados, charlando, riendo, de la mano, discutiendo, besándose, parando frente escaparates, alguno en bici, niñas con minifalda, señoras con vestidos, chicos en bermudas, hombres de traje, mujeres en vaqueros…..
 
De repente, su corazón se desbocó. Comenzó a latir tan deprisa, que no podia apenas respirar… Todavía no alcanzaba a verle la cara, pero esa silueta, esa forma de andar…. "No puede ser, no puede ser, no puede ser…" Tres palabras repiquetenado en su cabeza, mientras intentaba devolver su respiración y su corazón al ritmo anterior. Imposible, cuanto más miraba al hombre que se acercaba, más bombeaba su corazón, latiendo todas las zonas donde tenia pulso como si la sangre quisiera abandonar su cuerpo.
 
No podia dejar de mirar ese cuerpo, esa cara, esos ojos… Él la miró… y tras una leve sorpresa, su boca se abrió en una amplia sonrisa, descubriendo una hilera de dientes blancos, perfectos, que apuntaban hacia ella… Le mantuvo la mirada mientras se acercaba hasta su mesa, queriendo morir por dentro, pero con la cara increiblemente relajada de cara al exterior, curvando sus labios en una media sonrisa.
 
El tipo llegó a su mesa, se inclinó para darle dos besos, uno en la mejilla y el otro rozando ligeramente la comisura de sus labios. Ella se estremeció….. "No puede ser" Volvia a repetirse una y otra vez…..
 
– ¿Que haces tú por aqui? Que sorpresa verte…
 
– Ya ves, de compras…
 
– Estas muy guapa…
 
– Gracias.    "Para lo que me sirvió contigo…"
 
– Oye, ¿te importa que me siente? Me tomo una cervecita contigo.
 
– Claro, sientate, hace tiempo que no hablamos.   "Quedate conmigo para siempre"
 
Él se sentó junto a ella, llamó al camarero y pidió una cerveza y otra horchata para ella. Ella no podia apartar la vista de su cara, seguía tan guapo como siempre…. o quizá más.
Comenzaron a charlar de todo un poco, trabajo, antiguos amigos comunes, cine, coches…. casi como en los viejos tiempos. 
 
Aquellos en que no les faltaba conversación, ni ganas de tocarse, besarse, amarse… Ella no podia dejar de pensar en aquellas noches de pasión, volvia a verlo desnudo, sobre ella, susurrandole al oido…. Su cuerpo perfecto, su piel morena, esos labios carnosos que la besaban sin cesar, esos ojos negros que se clavaban en los de ella cuando le hacia el amor…
 
Igual que cada dia y cada noche de ese último año, en el que había sobrevivido, como había podido, diciéndose a si misma que la distancia y el tiempo todo lo curan…. Viviendo otras historias, conociendo gente distinta, buscando en cada uno de sus amantes el que definitivamente la hiciera olvidar….
 
Pero todo había sido en vano, él estaba alli, y ella seguía perdidamente enamorada….
 
Siguieron su conversación como dos viejos amigos, terminaron sus bebidas, pagaron la cuenta y él se levantó para despedirse. Ella se levantó con él.
 
– Me ha alegrado mucho verte, no imaginas cuanto… Sigues siendo preciosa.
 
– A mi también a ti…  "Acabas de hundirme para un año más"
 
– He intentado llamarte varias veces, pero me decían que el telefono ya no existía….
 
– Si, cambié de numero. "Tenía que borrarte de mi SIM y mi memoria"
 
– Oye… me gustaría volver a verte pronto, muy pronto….
 
-¿Por qué? "Por favor, dime que aun me quieres"
 
– Te he echado de menos…
 
– Seguro que has estado entretenido todo este tiempo. "Yo solo he pensado en ti"
 
– No, he pensado mucho en ti, pero no sabía donde estabas, ni que hacías…
 
– Bueno, cuando me dejaste decidí cambiar de vida. "Tenia que protegerme, no quería que me vieran humillada y sufriendo por ti"
 
– Me equivoqué. Lo siento mucho.
 
– Lo sé.
 
– Me gustaría volver a intentar estar contigo….
 
"¿Ahora? En un año no me has buscado lo suficiente, no estaba tan lejos…"
 
– Lo siento, es tarde…
 
– ¿Ya no me quieres? Hace un rato he visto en tus ojos que si….
 
"Lucha por mí, demuestrame que de verdad me quieres como yo a ti"
 
Ella le cogió de la mano, le miró a los ojos, y le dió un beso en los labios, apenas un suave roce….  Se giró y comenzó a caminar con una bolsa en cada mano, con paso firme y sin mirar atrás… El corazón tranquilo, la respiración normal, el nudo en su pecho habia desaparecido…. Se sintió libre. Él volvería con ella….
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