Actualizo, co**nes!!

Bueno, yo tampoco tengo mucho que contar, o al menos, no se me ocurre como hacerlo sin que sea algo tedioso. Asi que os dejo un chiste que me llegó por correo electronico y con el que me reí un buen rato ayer. Espero que os haga al menos esbozar una sonrisa en la mañana de hoy.

Un hombre entra a un bar con un avestruz tras él. Como se sienta, el camarero le pregunta:
– ¿Qué le pongo?, señor.
El hombre pide: – Deme una cerveza.
El camarero pregunta al avestruz: ¿Y a ti?
– Cerveza también, responde el avestruz.
El camarero sirve las cervezas y dice:
– Son 3 € por favor.
El hombre mete la mano en el bolsillo y saca el importe exacto.
Al día siguiente, el hombre y el avestruz vuelven. El hombre pide de nuevo cerveza y el avestruz pide lo mismo.
De nuevo, el hombre mete la mano en el bolsillo y saca el importe exacto.
Y así, cada tarde durante varios días, los dos vuelven al bar.
– ¿Lo de siempre? pregunta el camarero.
– No. Para cambiar voy a tomar un Whisky doble.
– Yo también, dice el avestruz.
– Hoy serán 11 €.
De nuevo, el hombre mete la mano en el bolsillo y saca el importe exacto.
El camarero no puede reprimir más la curiosidad:
– Perdone señor. ¿Cómo hace Vd. para sacar el importe exacto cada vez?
Bueno, dice el hombre, hace años estaba limpiando el granero y encontré una vieja lámpara. La froté y se me apareció un genio que me ofreció dos deseos…
Mi primer deseo fue poder pagar siempre lo que pida, simplemente metiendo la mano en el bolsillo y saliendo siempre el importe exacto…
Bien pensado, responde el camarero. La mayoría de la gente hubiera pedido un millón de euros o algo parecido, pero así Vd. será rico mientras viva.
Exacto. Ya sea un brick de leche o un Rolls Royce, el importe exacto aparece, dice el hombre.
El camarero pregunta:
– ¿Entonces señor, el avestruz?
El hombre responde:
– Ahí es donde la cagué. Como segundo deseo pedí una “pollita” de largas piernas…